“Instrúyanse porque necesitaremos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.”


Antonio Gramsci

martes, 17 de octubre de 2017

TOMA MATE (Edición Especial)


No a la reforma del Plan de Estudios impulsada por Cambiemos
Ni a las extorsiones del Ministerio de Educación – 
No a la incorporación de las 600 horas Una reforma a pedido de Cambiemos

Desde el 25 de septiembre, nuestra carrera se vio fuertemente movilizada, a raíz de los distintos rumores que vinculan la urgencia de una inmediata reforma de nuestro actual Plan de Estudios con la homologación de nuestros títulos. Luego de dos asambleas de estudiantes y de dos reuniones informativas, impulsadas por un grupo de funcionarios y docentes, han empezado a quedar en claro las verdaderas intenciones que se encuentran detrás de la urgencia de la reforma.

Una reforma floja de papeles

Por un lado, la propuesta de reforma del actual Plan de Estudios, realizado por un reducido grupo de docentes y autoridades (como la coordinadora de la Carrera Estela Salles, la jefa de la División Historia Bibiana Andreucci y la Jefa de la División ASEC Eugenia Néspolo), se enmarca en la adhesión de la gestión de la UNLu a la política educativa del Gobierno de Cambiemos y su Sistema de Reconocimiento Académico de Educación Superior, aprobado por la UNLu en el primer cuatrimestre de 2017, a través del cual se busca “homogeneizar” los títulos de grado a lo largo de todo el país.

Con el proyecto de reforma de los funcionarios y docentes, que contempla la incorporación de 600 horas más a nuestra carrera, queda a las claras que se busca satisfacer las exigencias del Ministerio de Educación del Gobierno de Cambiemos y su política educativa, contenidas en disposición Nº 18/17 de la Dirección Nacional de Gestión Universitaria (DNGU), donde al igual que años anteriores, se insta a todas las Universidades Nacionales a adecuarse a la neoliberal Ley de Educación Superior. Esta extorsión tiene como objetivo central quebrar la resistencia de todas las universidades públicas, que amparándose en su autonomía universitaria han rechazado durante décadas adecuar sus carreras a la neoliberal Ley de Educación Superior.

Esta situación es utilizada por algunos docentes para extorsionar a su vez a los estudiantes, afirmando que de no incorporar las 600 hs de forma inmediata la DNGU no reconocerá la validez de los títulos de las carreras. Es preciso aclarar que (luego de las diferentes reuniones ha quedado más que claro) no existe notificación alguna del Ministerio de Educación referido a la invalidez de nuestro título y que la disposición de la DNGU no menciona plazos para dicha adecuación; sino que los obstáculos con los que nos encontramos son de carácter administrativo, según palabras de la propia coordinadora de la carrera.

El apuro por la reforma impulsada por los funcionarios está claramente marcado por los tiempos electorales al interior de la UNLu y no por las disposiciones del Ministerio. La elección de autoridades del 8 de noviembre, parece ser la fecha límite para quebrar la resistencia de las “carreras conflictivas” y dejar el camino libre para avanzar, por parte de la futura gestión, con la adecuación definitiva de la UNLU a la Ley de Educación Superior (LES) y su orientación estratégica.

El claustro de estudiantes

Las diferentes asambleas estudiantiles, han dado lugar a una polarización en nuestro claustro: los que impulsamos una clara oposición ante esta embestida, rechazando la incorporación de las 600 horas; como así también una minoría, con intereses heterogéneos, impulsan la “aceptación de que a nuestra carrera le hacen falta la incorporación de 600 hs”. Dentro de este grupo de compañeros, hay quienes se encuentran genuinamente preocupados por el devenir de nuestra carrera, pero también han emergido los que impulsan la nefasta política de los docentes dentro del claustro de estudiantes. Organizaciones como La Mella y estudiantes ligados a los funcionarios-docentes, están más preocupados en entregar la carrera, que en organizar la defensa de la misma. Mientras que para algunos, el cuco es Nueva Opción, ha quedado claro que el enemigo principal es el régimen que quiere imponernos a partir de argumentos falaces y discursos regresivos una reforma que dejaría afuera de nuestra carrera y nuestra universidad a cientos de estudiantes. Ese es el verdadero “cuco”, y hasta tanto los que dicen estar preocupados por el futuro de nuestra carrera no comprendan esto, se hará cada vez más difícil pelear contra ello.

Por nuestra parte, como conducción del Centro de Estudiantes del Profesorado en Historia, junto a graduados y docentes que realmente se comprometen con la Universidad Pública, Gratuita, Laica y de calidad, hemos venido resistiendo esta nefasta reforma. Nuestra posición articula varios niveles: somos conscientes de la ofensiva del gobierno de Macri hacia la educación pública, y que esta política tiene sus entusiastas impulsores dentro de la UNLu y dentro del Profesorado en Historia; a su vez, consideramos que la implementación de las 600 hs. es el primer paso de una serie de futuras y nefastas reformas (ver nota: La agenda que viene: ANFHE y CONEAU). Afirmamos que el aumentar las horas de cursadas dificultaría el cursado de la carrera, y extendería el tiempo de graduación aún más. Es decir, que solo aquellos que tengan las condiciones para invertir más tiempo y más recursos serán los que podrán permanecer. Es más que evidente, que su aplicación profundizará el carácter expulsivo hacia el estudiante trabajador y el carácter elitista del profesorado.

Y ahora qué?

Los principales beneficiarios de esta reforma han sido los que la han “militado” fervorosamente, afirmamos estos porque sólo se han favorecido a los docentes de las asignaturas correspondientes al bloque de las americanas y argentinas, al proponer pasar de 4 a 6 horas el tiempo de estas cursadas, todas las demás asignaturas aumentan una hora, pasando de 4 a 5 horas. Son ellos, los que pretenden resolverlo lo antes posible en la Comisión Plan de Estudios. A Salles, Andreucci, Néspolo y sus secuaces no les interesa abordar una discusión seria sobre los problemas reales de nuestra formación, y su posición refleja la mezquindad de quienes pretenden aprobar una propuesta que no representa a la mayoría de la carrera.
Como parte del claustro, y como organización política no avalaremos una reforma que apunta a destruir y vaciar nuestro profesorado. Por eso afirmamos que esta adecuación pasiva propuesta por algunos docentes expresa una total entrega de una de las conquistas históricas de la comunidad universitaria: nuestra autonomía universitaria.
Por ello convocamos a organizarnos en pos de frenar esta reforma regresiva y a defender nuestro Plan actual como uno de los mejores y más completos del país. Para esto es necesario constituir una fuerza estudiantil que nos permita cambiar la correlación de fuerzas en nuestro favor, para evitar el avance de esta medida regresiva y para poder imponer los cambios que necesitamos; de otra manera la reforma va a estar atada a la LES, y a los intereses corporativos de unos pocos docentes, y no en favor de los estudiantes y de quienes quieren una educación de calidad.
Por ello, compañeros estudiantes, debemos profundizar la capacidad de organizarnos como claustro, necesitamos unificar a los diferentes estudiantes y organizaciones en defensa del Profesorado en Historia, y en defensa de la Universidad Pública, Gratuita y Laica.

La agenda de lo que viene: ANFHE y CONEAU

Cuando afirmamos, que la propuesta de reforma impulsada por funcionarios y un grupo de docentes, es la primera etapa de una seguilla de reformas, es porque las exigencias de organismos externos como, en primer lugar la CoNEAU1- Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria- y la ANFHE2-Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y Educación- dan cuenta de esta realidad.
Con la aprobación de Ley de Educación Superior3 (24.521) en 1995 se crea la CONEAU, organismo que tiene como objetivo la “evaluación externa” de las instituciones universitarias y sus carreras, tomando como parámetros de dicha evaluación, criterios de eficacia y productividad propios de las empresas capitalistas, e imponiendo sus reformas en los Planes de Estudio de nuestras carreras para poder ser finalmente “acreditadas” y poder comulgar en los altares del capital.
Por su parte, la ANFHE durante los últimos años ha venido manteniendo reuniones donde se han logrado consensos importantes para intentar avanzar con la adecuación de los planes de estudios a los lineamientos estratégicos emanados de la neoliberal Ley de Educación Superior.
Ambos espacios, están íntimamente relacionados. El tema central de las reuniones de la ANFHE de los últimos años, es el de desarrollar los parámetros para la impulsar primero la autoevaluación de las carreras (con criterios fijados por ellos) para luego llegar al proceso de acreditación por parte de la CONEAU de los profesorados de las humanidades, fundamentalmente, Historia, Geografía y Letras. Y de esta manera imponer criterios cada vez más regresivos: además del proyecto de aumento de materias de formación docente sobre la formación específica disciplinaria, pretenden avanzar con la jerarquización de los profesorados universitarios, midiendo su jerarquía en función de la cantidad de
horas, no de sus contenidos: 2900 horas para un profesorado que dicte clases en la universidad y la escuela media, y 2600 horas para un profesorado que de clases solo en la escuela media.

Como agrupación nos oponemos a estas iniciativas que pretenden, mediante la autoevaluación primero y luego la acreditación, la implementación de políticas definidas por un grupo de notables (a cambio de unos cuantos $$$) que pretenden definir los contenidos, la organización y la investigación de los profesorados en nuestra universidad.

Se podría afirmar que el proyecto de la Asociación es parte de la política educativa neoliberal que pretende vaciar de contenidos específicos nuestra formación, llenando este vacío con la formación pedagógica, y llevando de esta manera los contenidos específicos a los posgrados arancelados4.
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  1. La CONEAU, un organismo exterior conformado por 12 miembros, de los cuales seis (6) son a propuesta del Congreso; uno (1) por el Ministerio de Educación; uno (1) por la Academia Nacional de Educación; uno (1) por las Universidades Privadas y tres (3) por las Universidades Públicas), se arroga para sí la potestad de la asignación presupuestaria e incluso el cierre de Carreras.
  2.  La Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y Educación está compuesta por 42 miembros (unidades académicas entendidas como Facultades, Escuelas, Institutos, Departamentos) pertenecientes a 32 universidades nacionales. Se conformó en 2004 “(…)con el objeto de promover la cooperación académica así como la articulación de programas que jerarquicen las humanidades y la educación como campos de conocimiento, formación y producción científica.
  3.  La UNLu adecua su estatuto a la LES entre 1996 y 1999/2000.
  4.  Parten del supuesto, que los profesorados universitarios deben contemplar la igualdad entre el campo disciplinar (especifico) y la formación pedagógica. El en documento de la ANFHE Lineamientos Preliminares Profesorado Universitario en Historia se afirma: “En primer lugar, interesa destacar que las carreras de profesorado universitario se sustentan en la integración de saberes entre conocimiento sustantivo-disciplinar y conocimiento sustantivo-pedagógico”. 
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 Haciendo un poco de Historia

“...El que desconoce la verdad es un ignorante; pero el que la conoce y la desmiente, es un criminal...” Bertolt Brecht

La nueva propuesta de reformas al plan de estudios presentada a los docentes y los estudiantes, contiene una serie de equívocos, ante los cuales nos vemos en la necesidad de hacer unas breves aclaraciones históricas, describiendo y opinando, sobre los primeros pasos de la carrera de Historia en la UNLu. Estas observaciones se vinculan ante el nuevo intento de llevar a cabos reformas regresivas del plan de estudios del profesorado en Historia.

En el arranque del documento, en la Fundamentación, ya empiezan mal -los errores de la redacción también les pertenecen-: “La carrera Profesorado en Historia de la Universidad Nacional de Lujan surge en el año 1985, poco tiempo después de la reapertura de nuestra Universidad, contando como experiencia previa el desarrollo y funcionamiento de la Licenciatura en Historia hasta 1980, cuando la última dictadura cívico-militar decidió el cierre de nuestra institución”.

Lo que tenemos en unos pocas líneas son una sumatoria de errores históricos sobre la propia Universidad y sobre los inicios del profesorado en Historia, lo que deja en evidencia imprecisiones y la poca seriedad del trabajo sobre el diagnóstico que sostiene la “reforma” que proponen, ni siquiera conocen verdaderamente como deberían a la carrera que pretenden reformar; o por su contrario, conocen como fue el proceso de veras pero intentan tergiversarlo.

Los orígenes

“…la política es inseparable de la historia. Su mutua influencia hace imposible ser reaccionario en una sin serlo también en la otra…” Rodolfo Puiggrós.

El origen de la carrera del Profesorado en Historia tiene sus antecedentes en la Licenciatura que se ofreció hasta el año 1979, a cargo de Ángel Castellán y que se interrumpiera por el anuncio del cierre de la UNLu por Llerena Amadeo/Videla en el mes de abril, y que fuera cerrada definitivamente en febrero de 1980, cumpliendo el procedimiento en el libreto neoliberal en política educativa. La lucha contra el cierre, fue una lucha justa y legítima, pero con la hegemonía de una conducción política nefasta (los cómplices civiles de los militares en la localidad de Lujan y la Universidad).
En julio de 1984, con la refundación de la UNLu, y con la designación de Enrique Fliess como rector normalizador, se mantendría la estructura previa de la Universidad, en la organización departamental, los Centros Regionales, y también se ampliaría la oferta académica de grados en todos los departamentos de la Universidad.

En este contexto, aparece en agenda programática novedades en las Ciencias Sociales, por un lado se promueve nuevamente la recreación de la Licenciatura en Historia y por otro, aparece la creación del Profesorado superior de Historia (Res 050/84) como propuesta original e innovadora, con una oferta académica que contemplaba diversos destinatarios, incluidos los provenientes de los terciarios. En el procedimiento institucional interno, se promueve la correspondiente aprobación de su plan de estudios y se tramita la aprobación por parte del Ministerio de Educación Nacional.

El grupo fundador originario de la carrera de Historia estaba encabezado por Haydeé Gorostegui de Torres, especialista en historia social francesa y también del siglo XIX del país, que provenía de la UBA, contando con la participación activa de un elenco de un notable nivel académico: Ángel Castellán, -que había dirigido la primera experiencia piloto en la Licenciatura-, Elena Chiozza, José Luis Moreno- que sería el próximo rector de la Universidad, hasta el año 1988-, Daniel Santamaría y María Celina Michelena (RRN 093/94 22-8-1984). Ellos fueron los que le dieron la fisonomía al primer plan de estudios del Profesorado y la Licenciatura de Historia en la UNLu, con la impronta de la Historia social y de cierto Marxismo británico y aún en los papeles, el énfasis de la historia regional.

En la elaboración y fundamentación de la proyección de plan de estudios, se propone un conocimiento historiográfico actualizado, el abordaje de una formación específica universal, “con análisis de regiones tradicionalmente ignorados”, entre otras cuestiones. La cantidad de materias eran 33 con una carga horaria de 4 horas y con un tronco común de tres materias generales e introductorias para todas las carreras de la Universidad (Ecología General, Análisis Socioeconómico y Elementos de Lógica y Problemas). Nacía en aquel diseño, un creativo plan de estudios y uno de los más completos del país por entonces y que dejo sus “huellas” aún en el presente.

Durante los primeros tiempos del profesorado y la Licenciatura, atravesaron la “época dorada” en el nivel de la formación académica, por el elenco de los profesores y aún del perfil y conocimientos previos de una parte importante de los estudiantes, que estaban politizados y que provenían de experiencias políticas de izquierda de las diferentes vertientes y aún del Peronismo y Radicalismo de izquierda.

Lo que no aparece en ningún lado escrito, es que, durante la creación de la carrera, se superó un escollo frente a las presiones externas de la Universidad, provenientes de la localidad lindante a Lujan, Mercedes, para que no se abra el profesorado, ya que la ciudad contaba con un profesorado para historia y otras carreras, que se encontraba sujeto a influencias de la curia mercedina.

Acertadamente, no se accedió a estas presiones haciendo un verdadero ejercicio de la autonomía universitaria. La audacia del rector normalizador y de la coordinara, marcaron los primeros pasos de la carrera. Este acontecimiento político y originario, es el que muchos prefieren olvidar, para cumplir como un mandato canónico, y sin ninguna crisis de “conciencia histórica” las nuevas reformas regresivas en la carrera de Historia, emanadas por el gobierno neoliberal de Cambiemos y aceptada pasivamente por los contrarreformistas internos de una parte de los docentes.

RESPECTO DEL PROBLEMA DEL PUNTAJE DE NUESTRO TÍTULO

En torno al debate acerca de la “reforma del plan de estudios”, se han suscitado una serie de “confusiones” entre los estudiantes de la carrera respecto de una supuesta relación que existiría entre la incorporación de las 600 hs de carga horaria y nuestra actual situación laboral en el ámbito de la Provincia de Buenos Aires. 

En realidad, no existe una vinculación directa entre estas dos problemáticas. Cada uno de estos problemas se vincula con diferentes ámbitos institucionales del sistema educativo. La incorporación de las 600 hs tiene que ver con una exigencia del Ministerio de Educación de la Nación de adecuar nuestro plan de estudios a la legislación vigente (Ley de educación Superior) que establece que las carreras de grado deben tener una carga horaria no menor a 2600 hs.

 El problema de las incumbencias y el puntaje de nuestro título en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, responde a una política concreta de la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) de dicha provincia: privilegiar la inserción de sus graduados - profesores de institutos terciarios, sobre los cuales esta dependencia gubernamental ejerce un control respecto de los planes de estudios con los que estos se forman frente a los egresados de las Universidades Nacionales cuya área de influencia forma parte del territorio bonaerense. Es más, aunque los planes de estudio de los Profesorados de Historia de esas universidades presentan características muy diversas entre si y muchos se adecuan a la carga horaria exigida por la LES, la problemática de las condiciones desfavorables frente a los títulos terciarios es un problema común a todos sus estudiantes y graduados. Incluso, en el caso de las universidades nacionales que están radicadas en otras provincias la situación es similar. 

Por lo tanto, el razonamiento que sostienen algunos docentes y estudiantes de nuestro profesorado de que la incorporación de las 600 hs de carga horaria va a redundar en una mejora respecto de nuestra inserción laboral en la provincia de Buenos Aires es completamente falso. Ello se desprende de lo dicho anteriormente: la exigencia de incorporar 600 hs proviene del Ministerio de Educación de la Nación y el problema de las incumbencias y el puntaje del título corresponde al ámbito de la DGCyE provincial. 

El aumento del puntaje de nuestro título solo se conseguirá con una lucha en conjunto con otras Universidades y no respondiendo a leyes neoliberales del Banco Mundial y sus lacayos nacionales. Debemos hacer valer nuestra autonomía universitaria, triunfo de la lucha estudiantil en la reforma del ’18, y determinar el plan de estudios que definamos los estudiantes y docentes de la UNLu, oponiéndonos a los criterios fijados por el ministro de educación de turno.

 Es por ello que exigimos a los Coordinadores de los Profesorados, junto a las autoridades de la UNLu (Rectorado y Secretaría Académica) pongan en marcha las gestiones necesarias para la revalorización de nuestro/s Título/s (tanto en “incumbencia” del Título, así como en puntaje). 

Propuesta abierta a los estudiantes de Historia

Consideramos que en esta coyuntura, como claustro debemos tener en cuenta un preciso diagnóstico de los verdaderos problemas que tiene nuestra carrera. Los problemas que planteamos a continuación tienen que ver con una situación actual que de no resolverse a favor de las demandas estudiantiles podrían significar un progresivo vaciamiento de la carrera. 
¿Por qué decimos esto? Por qué consideramos que, entre otras cosas, la escasa oferta horaria y de comisiones de las asignaturas del Profesorado en Historia constituye un obstáculo para superar los problemas en torno a la baja tasa de graduación de la carrera, la tasa decreciente de ingresantes por año y las dificultades para la permanencia en la universidad de los estudiantes de historia. En este sentido, es necesario luchar en pos de conseguir las mejores condiciones de cursada posibles de cara a superar estos problemas. Es por ello que nos oponemos a la implementación de las 600 hs de carga horaria dado que ello no haría sino agravar esta situación que al día de hoy es bastante crítica. 
Es evidente también que existen muchas falencias con respecto a nuestra formación en las áreas de docencia e investigación, así como también en la estructura del plan de estudios en lo que hace a correlatividades, seminarios, etc. Por todo creemos que este contexto es una oportunidad para discutir sobre la situación actual de la carrera, impulsando así la construcción de una fuerza estudiantil organizada capaz de imponer nuestros reclamos y resistir todo tipo de reforma regresiva de nuestro plan de estudios. 

Por ello, consideramos necesario exigir:

 • Que el Profesorado en Historia cuente con dos bandas horarias: una vespertina (la actual de 16 a 20 hs. o de 17 a 21 hs.) y una matutina (de 9 a 13 hs.); 

• Que exista la posibilidad de hacer uso de las “contracursadas” (que una misma asignatura se dicte en los dos cuatrimestres) para las asignaturas “troncales” de cada año del Plan de Estudios; ello permitiría incluso, para muchos de nosotros, acortar la prolongación excesiva del cursado de la Carrera evitando que tengamos que “optar” entre que asignaturas cursar cuando estas están “superpuestas” o tener que retrasarnos un año a la espera del cuatrimestre en que se dicta alguna de ellas. 

• Desdoblamiento de las asignaturas que actúan como “filtro” , con la apertura de nuevas comisiones con diferentes equipos docentes garantizando al mismo tiempo la diversidad teórica y metodológica que enriquezca nuestra formación profesional; así como la posibilidad de existencia de “asignaturas paralelas” que puedan tener programas diferentes respetando en cada una de ellas los contenidos mínimos, superando así la limitación que representa la ausencia de la figura institucional de “cátedras paralelas”; 

• Creación de una oferta de seminarios optativos propia del Profesorado en Historia (actualmente cursamos los de la Licenciatura) de manera tal que podamos, por una parte, considerar la aprobación o no de los programas, proponer nuevas temáticas y tener la posibilidad de realizar reclamos en caso de dificultades con la oferta horaria. Con ello pretendemos que se constituya un espacio académico que permita complementar nuestra formación profesional en algunas áreas que nuestro actual Plan de Estudios, en cuanto a oferta de seminarios optativos se refiere, no contempla. Algunas de esas áreas o temáticas de estudio en el marco de seminarios podrían ser: Historia de los Estados Unidos, Historia de la Revolución Rusa, Historia y Cine, Historia y Literatura, Filosofía y Metodología de la Investigación en Ciencias Sociales e Historia, Escritura Académica, etc. Otra alternativa posible para ampliar y enriquecer la oferta de seminarios podría ser la posibilidad de que los estudiantes de Historia podamos cursar seminarios ofrecidos por otras carreras como Ciencias de la Educación y trabajo Social, así como otros ofrecidos por los Departamentos de Sociales y Educación que consideremos pertinentes para nuestra formación.

 • Flexibilizar el régimen de correlatividades del Plan de estudios, tratando de garantizar que las asignaturas no actúen como trabas innecesarias en el desarrollo de la vida académica de los estudiantes • Exigir una política de llamado a concursos abiertos, con oposición de antecedentes, y con jurado externo en todos los niveles, a fin de asegurar a través de los mecanismos con los que cuenta actualmente la universidad, la mayor excelencia académica a la que podamos aspirar como Carrera. Consideramos imprescindible la apertura de concursos en estas condiciones, no solo en las asignaturas en las que se encuentran “momentáneamente” docentes en calidad de “contratados”, sino también la apertura de concursos de Ayudantes de Primera (rentados) y de Ayudantes de Segunda, de manera tal que la universidad tenga una política sistemática (hoy ausente) de incorporar a sus graduados y estudiantes a la práctica docente universitaria. Está claro que para alcanzar estos objetivos deberán solicitarse al Departamento de Ciencias Sociales los recursos necesarios, dado que nos posicionamos en contra de que los docentes trabajen ad-honorem o en malas condiciones salariales.

 • Exigir un aumento sustancial del monto de la remuneración de las Pasantías Internas Rentadas (PIR) y de la cantidad de pasantes solicitados para cada proyecto, de manera tal que estas prácticas permitan a un número mayor de estudiantes de la carrera acceder a estas primeras tareas de investigación. 

• Reconocimiento de legitimidad e igualdad del título para la enseñanza en el área en virtud de la formación recibida en el ciclo de grado frente a otros títulos posiblemente válidos. Decimos esto en función de la situación problemática en la que se encuentran los graduados y estudiantes avanzados de nuestra carrera a la hora de tomar cargos en los actos públicos. Por ello consideramos necesario exigir que las autoridades de la UNLu tomen las medidas necesarias y reclamen a la Dirección General de Cultura y Educación el incremento del puntaje de nuestro título.

 • La lucha por una Universidad Pública, Gratuita y Laica implica la oposición activa (y no de palabra) ante cualquier intento de evaluación externa o de “autoevaluación” que incluya los criterios de la CONEAU – CIN – Banco Mundial para imponernos la acreditación de nuestra carrera. Consideramos que estos mecanismos, que ya han sido adoptado por varias universidades (entre ellas la UNLu. en algunas de sus carreras) constituyen una instancia previa para “consensuar” (imponer) las reformas o lineamientos que requieren los organismos financieros internacionales para la política educativa en la región. 

Respecto al problema de los Graduados con certificado de título en trámite del Profesorado en Historia 

A principio del primer cuatrimestre del 2017, tomamos conocimiento a través de compañeros que se acercaron al Centro de Estudiantes de Historia, de una problemática que afecta a los graduados con certificado de título en trámite de nuestra carrera: al momento de querer inscribirse en las S.A.D. (Secretaría de Asuntos Docentes) y cambiar de listado (del 108B complementario al 108A infine), algunos de ellos se encontraron con la imposibilidad de hacerlo.

 Teniendo en cuenta la gravedad de la situación, representantes del Centro de Estudiantes del Profesorado en Historia nos apersonamos en las S.A.D de las localidades de Luján, General Rodríguez y Moreno, a los efectos de que nos sean informados por escrito cuales son los motivos que impiden a nuestros compañeros poder cambiar de ítem; en dichas secretarias se nos informó que desde el año pasado la UNLu no envía los listados con los nombres de los graduados que tienen su título en trámite y que es la falta de este trámite administrativo el motivo por el cual TODOS los profesorados de nuestra universidad se ven impedidos de poder cambiar de ítem.

 Paralelamente a esta situación, durante la primer semana de clases, más precisamente el día martes 7 de marzo, en un encuentro informal que mantuvimos con la coordinadora de la carrera, Estella Salles, previo a que ella ingresara a dar clases en el Taller de Introducción al Estudio de la Historia, nos informó, según sus dichos: “...los graduados están teniendo problemas con el título y esto se debe a que el Profesorado no ha reformado el Plan de Estudios...” cabe aclarar que la orientación propuesta por la coordinadora intenta adecuarse a lo solicitado por la ANFHE (Asociación Nacional de Facultades de Humanidades y Educación), primer paso hacia la acreditación por la CONEAU (Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria), y que la intromisión de estos organismos, son una clara violación a nuestra autonomía universitaria.

 Dicha docente, nombrada a dedo por el actual rector Osvaldo Arizio a quien responde políticamente, hace 3 años viene impulsando en la C.P.E, Comisión Plan de Estudios del Profesorado en Historia, una reforma que de aplicarse significaría un aumento de unas 600 horas cátedra para nuestra carrera, lo que equivale a unas 9 materias más, elevando de esta manera el alto promedio de graduación que actualmente es de entre 8 a 10 años. 

Con el objeto de desentramar lo que está ocurriendo, nos reunimos con autoridades de la Universidad: en primer lugar nos reunimos con la entonces Secretaría Académica del Dpto. de Ciencias Sociales Alicia Rey y en segundo lugar con el Secretario Académico de rectorado, Alejandro Roberti. En el primer caso, se nos informó que el problema surgido con los títulos en trámite nada tiene que ver con la reforma de nuestra carrera, sino que al contrario, era un trámite administrativo que debe ser realizado desde la Universidad.

 Además como adelantáramos, nos reunimos con el Secretario Académico de rectorado el Ingeniero Alejandro Roberti, quien se mostró “sorprendido” cuando le comunicamos que lo sucedido era responsabilidad de quien debió enviar los listados con los títulos en trámite de nuestros compañeros graduados.

 Según el Secretario Académico de rectorado, funcionario de la administración de una Universidad Nacional, “...no sabía que tenía que enviar las nóminas...”, “de ser ese el único problema, mañana mismo lo hacemos”, dichas repuestas son reprobables si se tiene en cuenta que tal “incompetencia” o “descuido” generó que muchos de nuestros compañeros pierdan tiempo y dinero tratando de resolver los problemas generados por las impericias ajenas a nuestro claustro, sino que además, hasta el momento los compañeros no han podido cambiar de ítem, lo que impacta negativamente en la posibilidad de insertarse en el ámbito laboral en mejores condiciones, luego de pasar años esforzándose para tener su título en mano. 

De esta manera, desde Nueva Opción, y reafirmando nuestra voluntad de defensa de la universidad pública, gratuita, laica autónoma y de calidad, expresamos un enérgico repudio a las versiones que buscaron vincular los problemas de nuestros compañeros graduados, con la reforma del Plan de Estudios, tal como quiso instalar la Coordinadora Estela Salles y un grupo de estudiantes; y a su vez exigimos que se tomen las medidas necesarias contra aquellos que con su “ineptitud” han afectado los intereses de nuestros graduados. 

  •  Rechacemos la incorporación de las 600 hs de carga horaria, en tanto criterio de adecuación a la regresiva Ley de Educación Superior.


Propuesta de Modificación al Plan de estudio de la Carrera Profesorado en Historia

CUATR.
COD. ASIG.
ASIGNATURAS
CORRELATIVIDAD
HS. SEM.
HS. TOT
I
20670
Introducción al Estudio de la Historia
-
4
64
20671
Elementos de Economía
-
4
64
20672
Elementos de Sociología
-
4
64
II
20673
Prehistoria General
-
4
64
20010
Introducción a la Filosofía o Introducción a la Historia del Arte
-
4
64
20012
Geografía
-
4
64
A
Idioma Extranjero I
-
4
64
III
20674
Nociones de Política
-
4
64
20676
Historiografía
20672
4
64
20678
Historia del Antiguo Cercano Oriente
20673
4
64
20677
Antropología Social
20673
4
64
IV
20679
Historia Antigua Clásica (Grecia y Roma)
20678
4
64
20638
Estudio de la Constitución Nacional y los Derechos Humanos

4
64
20680
Historia de América I (Arqueología y Etnohistoria)
20673-20012
4
64
20286
Epistemología
-
4
64
V
20686
Problemática del Mundo Mediterráneo (S.V hasta principios S .XIX)
20679
4
64
20682
Historia Medieval
20679
4
64

Metodología de la Investigación
20686
4
64
VI
20683
Historia de América II (Período colonial)
20680
4
64
20684
Historia Moderna
20682
4
64
20685
Historia Argentina I (1776-1852)
20680
4
64
VII
20687
Historia de América III
20683
4
64
30083
Psicología Evolutiva y Educacional
-
4
64
20027
Teorías de la Historia
20676
4
64
VIII
20689
Historia Contemporánea (Desde la Revolución Industrial)
20684-20687
4
64
20688
Historia Argentina II (1852-1916)
20685
4
64

30012

Didáctica General y Especial de la Historia
30683
4
64

20690
Historia de las ideas Políticas
20027
4
64
IX
20691
Historia Argentina III (1916-actualidad)
20688
4
64
B
Idioma Extranjero II
Nivel 1
4
64
30015
Residencia y práctica de la Enseñanza
20684- 20687 20689- 30012-
4
64
X
20693
Historia de Asia y África (S. XIX y XX)
20677-20686-
4
64

Seminario Optativo I
20286-20682-20683 - 20685 - B.
2
32

Seminario Optativo II
20286-20682-20683 - 20685 - B.
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TÍTULO: PROFESOR/A EN HISTORIA. 



Consideraciones:

 Esta propuesta de modificación del Plan de Estudios de la carrera del Profesorado en historia tiene como criterios organizadores el de evitar la deserción del estudiantado y apuntalar su permanencia y graduación, para lo cual la propuesta presenta las siguientes modificaciones: 

1- Se elimina de la currícula el taller de lectura y comprensión de textos, ya que consideramos que, no hace ningún aporte significativo en la etapa formativa del estudiante del Profesorado en Historia, y además no cumple con el fin para el cual fue incluido en el plan de estudios, es decir brindar las herramientas a los ingresantes para que el tránsito de la educación previa a la universitaria sea menos complejo. Los actuales índices de deserción son un claro indicador de lo antes dicho. 

2- En el reemplazo de esta asignatura consideramos conveniente incluir asignaturas como Introducción a la Filosofía o Historia del Arte, ya que estas si son parte fundamental de la formación integral que deberíamos tener en nuestra formación como profesores universitarios. 

3- Eliminar las correlatividades en el primer año de cursada y simplificar o modificar las mismas en otras asignaturas como Historia Contemporánea, Residencia o Practica de la Enseñanza. 

4- Se ha cambiado en algunas asignaturas el orden de cursada intentando dar más coherencia interna al programa como por ejemplo, Nociones de Política, Historia Contemporánea, Residencia y Practica de la Enseñanza 

5- Hemos modificado la modalidad de Taller por el de Introducción al Estudio de la Historia, ya que por un lado esta asignatura funciona no como un taller, para corroborar esto basta con ver los contenidos mínimos que figuran en el programa, y por otro lado, con esta modificación se elimina una traba que permitiría que los estudiantes que deseen puedan dar la asignatura en condición de libre permitiendo de esta manera un tránsito más flexible en el en una asignatura del primer años de la carrera. 

6- Así también hemos modificado la caracterización de seminario por el de asignatura a Historia del Mundo Mediterráneo ya que en la práctica funciona como tal, además de contar con una carga horaria a fin a esa condición 

7- Proponemos sustituir el 3er nivel de idioma extranjero, ya que, los contenidos o herramientas que nos brinda no hacen un aporte significativo a nuestra formación, será sustituido por la asignatura Metodología de la investigación, considerada fundamental para el perfil que persigue la formación profesional. La nueva asignatura contará con una correlatividad con Problemática del mundo Mediterráneo. 

8- También la asignatura Historia Argentina 3 modificado su marco temporal, pasando a abarcar, ya no de 1916 a 1983, el fin de la última dictadura cívico militar, sino de 1916 hasta la actualidad.



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