“Instrúyanse porque necesitaremos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.”


Antonio Gramsci

miércoles, 4 de octubre de 2017

Una nueva investigación analiza el contexto que derivó en el cierre de la UNLu

ESTÁ EN UNA ETAPA PRELIMINAR. Educación. 15 de mayo de 2013


Miércoles//La propuesta, que lleva el nombre de “En busca del tiempo perdido”, es impulsada por dos agrupaciones estudiantiles. Entre otras fuentes, el trabajo husmea en los archivos desclasificados de la Dirección de Inteligencia de la Bonaerense.



Las organizaciones estudiantiles Nueva Opción y Germinal de la Universidad Nacional de Luján (UNLu) impulsan una investigación histórica que tiene como eje el cierre de la casa de altos estudios dispuesto por la última dictadura cívico-militar. Un borrador del trabajo fue presentado en la 4° Jornadas de Estudio y Reflexión sobre el Movimiento Estudiantil Argentino y Latinoamericano, realizado el año pasado en Luján.
La propuesta, que todavía se encuentra en proceso de elaboración y revisión, lleva el nombre de "En busca del tiempo perdido" y abarca el período que se extiende de 1972 a 1983.
Entre otras fuentes, los responsables de la investigación se valieron de los archivos desclasificados que por esos años confeccionó la Dirección de Inteligencia de la Policía de Buenos Aires (DIPBA).
"Esto nació el año pasado con un ex profesor de la universidad, Pablo Bonavena. Él estudia el movimiento estudiantil. Así empezamos a trabajar con esos archivos desclasificados. Este es un proceso de construcción, estamos avanzando con las hipótesis", explicó Jacobo Mansilla, coordinador del proyecto.
 
- ¿Cómo se gesta la creación de la UNLu?- Luján es parte del famoso Plan Taquini (decano de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA). En ese momento se crearon en el país más de 15 universidades. Luján no es un rayo en la noche serena. En Luján, el tema de la universidad arranca en 1969, donde se empieza a gestar la autodenominada Comisión Pro Universidad. El presidente de la comisión fue Alfredo Barrios, y también formaron parte Gerardo Amado, Alberto Jech, Ruth Monjardín de Masci, Tomas Pedro Arana, Antonio Gualdieri y Pedro Barnech. Todos tipos ligados a la cultura y con fuertes pertenencias políticas, y buena parte de ellos serán luego el núcleo de la Unión Vecinal. Antes de eso, los Hermanos Maristas ya habían tenido la iniciativa de crear una universidad en esta zona, algo que nunca pudo ser.
En 1969, Taquini hace una reunión con un grupo de personalidades e intendentes de la zona de influencia de Luján. Ahí explicita la idea de crear universidades. El corte geográfico que se hace es entre Luján y Pilar.
 
- ¿Cuál fue el perfil que se le intentó dar a la universidad?- Las principales orientaciones son de tecnología agropecuaria, en alimentos, minoridad y familia, educación a distancia y administración. El lema fue siempre "Universidad Nacional de Luján, para impulsar el desarrollo". Con esa fuerte impronta regionalista nace. Se complementaba una mirada sobre la formación de cuadros técnicos que la zona, dentro de la mirada dominante del capitalismo, necesitaba.
 
- ¿Cómo continúa la política interna de la universidad a partir de su fundación?- La universidad se creó en 1972, con un decreto de Lanusse. En sus inicios no tuvo una sede fija, sino que funcionó en distintos lugares. En el decreto inicial se fija asentar la universidad en el Instituto Alvear. En realidad hasta hoy no está claro cuál es el vínculo institucional entre la universidad y el Alvear. Eso siempre se mantuvo en una zona gris. Las otras universidades creadas en esa época sí se instalaron sobre instituciones previas.
El primer rector fue impuesto por el Ministro de Educación de entonces, y provenía de Bahía Blanca. Se llamaba Ramón A. Rosell. Es decir, la Comisión Pro Universidad no logró imponer a alguien de su núcleo. Luego, con los cambios políticos que operaron en el país y el regreso del peronismo al poder, se produce la llegada de Emilio Mignone al Rectorado, algo que contó con el apoyo de distintos sectores peronistas. Mignone venía de la derecha católica, un tipo que a diferencia de los integrantes de la Comisión no era profundamente antiperonista. Incluso recibió el apoyo del entonces intendente Humberto De Lucía.
 
- ¿Cómo caracterizaría a Emilio Mignone y su vínculo con la universidad?- Mignone era un verdadero intelectual. Bajo su gestión la universidad otorgó refugió académico a varios docentes que eran cesanteados en otras universidades, en pleno auge de la Triple A. También llegaron docentes de Chile, que escapan de la dictadura de Pinochet. Mignone tenía la particularidad de dialogar políticamente con todos. Entre los refugiados aparecen comunistas y socialistas. En ese período, López Rega, como ministro de Bienestar Social, nunca quiso cederle los terrenos a la UNLu, algo que nosotros interpretamos como una maniobra para forzar el cierre de la universidad
Lo que hizo Mignone fue componer fuerza con los intendentes y personalidades políticas de la región. Visitó a toda la zona de influencia y creó centros regionales. De alguna manera consiguió el apoyo. Eso generó una tensión con los miembros de la Comisión Pro Universidad y con los funcionarios de ese momento dentro de la universidad, que tenían una mirada localista de la institución. Alberto Jech, miembro fundador y secretario académico, decidió renunciar. Así Mignone creó las bases de los centros regionales. Ante esa muñeca política de Mignone, que buscaba garantizar la continuidad de la universidad, estos otros sectores se opusieron.

EL GOLPE
 

- ¿En que marco se produce la salida de Mignone del Rectorado?- Con el golpe de Estado de 1976, él renunció. Según expresa en su libro, antes de ese hecho hizo una reunión con funcionarios y docentes de la universidad donde les expresa la cercanía del golpe y que él iba a renunciar. También les dice que muchos de ellos iban a tener una posición favorable al nuevo gobierno. Lo suceden dos interventores militares. Primero el teniente coronel Jorge Marincola de marzo a abril y, el segundo, fue el mayor Héctor Tomasi. Esos dos interventores realizaron una serie de purgas dentro de la universidad. En total son unos 12 docentes. Hay que tener presente que perder el trabajo en ese momento, bajo estas circunstancias, te podía costar la vida. Igual la lista que tenemos es provisoria, y además todavía no hemos podido rastrear las historias posteriores de esos docentes.
También tenemos que recordar las historias de Mónica Mignone (hija de Emilio), Cesar Lugones y su esposa María Marta Vázquez de Lugones, tres docentes desaparecidos de la casa y que pertenecían a un grupo de catequistas que trabajaban en el Bajo Flores, con los sacerdotes Yorio y Jalics.
 
- Luego Gerardo Amado es designado rector.
- Asume en septiembre de 1976. La primera convocatoria recae sobre Pedro Barnech, pero no asumió. Entonces lo convocan a Amado. No es casualidad, no fueron a consultar a cualquiera. En una entrevista que le realizamos se mostró sorprendido de que en ese momento lo fueran a convocar a él. En realidad Amado formada parte del sector político que lideraba Sallaberry y que terminó siendo la pata civil de la dictadura militar. La Unión Vecinal fue uno de los tantos espacios políticos que le prestó intendentes a la dictadura. Amado dio de baja a tres docentes. En esa entrevista que le realizamos nos reconoció que fueron "órdenes de arriba". Bajo la gestión de Amado la universidad finalmente obtuvo sus tierras, 250 hectáreas de las 420 hectáreas totales comprometidas del Instituto Alvear.
Como para entender algunas diferencias. Nosotros caracterizamos a Mignone como un tipo polifacético. Era un tipo formado desde la derecha. Cuando le secuestraron a la hija, se transformó en un militante activo de los derechos humanos. Ante el dilema, Mignone tomó un camino y salió disparado para otro lado. Amado no hizo eso.
 
- ¿Cuáles son las causas del cierre que circulan a modo de explicación?- Hay varias hipótesis al respecto. En 1979, Amado renunció como rector. Pusieron a un interventor. Las causas que sostuvo el ministro de Educación Amadeo Llerena para el cierre es que la institución tenía un bajo nivel académico. La hipótesis de Mignone es que la universidad había construido un vínculo muy fuerte con la región y que según le habían dicho se la consideraba una universidad muy politizada y que él era el principal instigador de eso. Amado nos dijo que la causa del cierre se basó en un tema personal que Amadeo tenía con Mignone y con el apoyo implícito de la UBA. Otro análisis se basa en lo económico, porque si la universidad cerraba los fondos iban a pasar al Instituto Alvear. Ruth Mojardín habla de un acuerdo entre Llerena Amadeo y Videla. Después está la versión de la UNLu innovadora, algo que para nosotros no explica mucho. El historiador Isidoro Gilbert sostiene que por haber sido un refugio de docentes con ideas de izquierda y porque Mignone se había convertido en un activo militante por los derechos humanos, la dictadura militar se cobró venganza.

- ¿Qué hipótesis manejan ustedes?- En principio nosotros no descartamos ninguna de estas hipótesis. Pero como contradicción principal vemos que así como en la política económica la premisa fue desindustrializar, en el plano educativa la dictadura se caracterizó por reducir matrícula. En ese sentido, se puede pensar que el cierre de la universidad fue un golpe disciplinador sobre una perspectiva más estructural. Si uno analiza los archivos de la DIPBA y también desde la información recogida en diferentes entrevistas, el desarrollo político del movimiento estudiantil en la universidad estaba todavía en germen o, en otras palabras, no existía un movimiento estudiantil, y el cuerpo docente ya había sido "depurado". Es decir, no existía oposición y había una conducción de la universidad ciertamente prodictadura. Por lo tanto era un derrota anunciada, el eslabón más débil para cortar. El terreno estaba socialmente pacificado.
Nosotros localizamos que la burguesía nunca deja de hacer todo este conocimiento, porque conocer es poder. En esos informes desclasificados se ve muy claro que localizan alguna militancia, pero en Luján después de 1976 no hubo movimiento estudiantil ni oposición docente.
Además, como lo señalan algunas investigaciones, estas nuevas universidades no estaban politizadas. De los archivos desclasificados se deduce que la dictadura tenía muy claro el mapa político general de la UNLu
  
- ¿Qué análisis hacen de la lucha contra el cierre?- Se pueden ubicar dos sectores. Uno conformado por el radicalismo y el Partido Comunista. Por el otro lado estaban los sectores hegemónicos, que son los que encabezaron la lucha contra el cierre, un revivir de la Comisión Pro Universidad. La lucha se objetivó en contra del ministro de Educación. Se defendía la dictadura militar y hasta se invitaba a Videla a conocer la universidad. Además dieron la lucha en el plano legal. También hay que pensar que era un contexto muy jodido, pero en ningún momento se corrieron ni un milímetro de esa estrategia. No se denunció la política estructural de la dictadura, siempre manteniéndose dentro del libreto socialmente permitido. Esa posición era entendible, aunque no justificable. Incluso la Comisión Pro Universidad no quería meter a los centros regionales como parte de la lucha. La resistencia estuvo organizada por la derecha, y entre gauchos no se pisan el poncho.


Un caso

Elvira Ellacuria del Castillo ingresó como docente en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Luján el 25 de marzo de 1974. Pocos días antes del golpe de Estado, fue designada como profesora adjunta con dedicación semiexclusiva en el Departamento de Política Social.
Un año después, Ellacuria fue secuestrada de su domicilio en Córdoba, según costa en el expediente 8592 de la CONADEP. Actualmente permanece en condición de desaparecida. A partir de 2006, el Consejo Superior de la casa de altos estudios decidió investigar lo ocurrido a través de una comisión.
La historia de la desaparición incluye una disposición interna de la UNLu donde se aceptaba la renuncia de la docente, aunque en su legajo personal no existen documentos donde Ellacuria manifieste su voluntad de renunciar al trabajo en la casa de altos estudios. Las sospechas indican que la renuncia fue fraguada. 

Fuente: El Civismo

No hay comentarios:

Publicar un comentario