“Instrúyanse porque necesitaremos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.”


Antonio Gramsci

lunes, 9 de marzo de 2020

8 de Marzo día de la Mujer Trabajadora



La historia del 8 de marzo está cruzada por situaciones y hechos que muestran un escenario más complejo y rico en acontecimientos, marcados por la Primera Guerra Mundial, la Revolución Rusa, la lucha por el sufragio femenino, las pugnas entre socialistas y sufragistas, y el creciente auge del sindicalismo femenino durante las primeras décadas del siglo XX en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Los orígenes del Día Internacional de la Mujer están ligados a los partidos socialistas de Estados Unidos y Europa.
  Contexto en el que suceden diferentes actos de lucha protagonizados por mujeres, sobre todo en el continente europeo, Rusia y Estados Unidos; en marzo de 1904 mujeres obreras fueron encerradas y calcinadas en la fábrica que trabajaban por reclamar por mejores condiciones de trabajo. En 1912 estalla una huelga conocida como Pan y Rosas protagonizada por obreras textiles. Estas acciones, entre otras, fueron las primeras acciones obreras organizadas por mujeres  contra la explotación capitalista.
El hecho de la fábrica de camisas en Nueva York, adquirió mayor relevancia porque las  trabajadoras de esa  fábrica protagonizaron  las primeras huelgas exclusivamente de mujeres que reclamaban por:
  • Aumento de salarios
  • Mejoras en las condiciones de trabajo
  • Abolición del sistema de subcontratación y las multas
  • Jornada laboral de 8 horas
  • Carga igual de trabajo durante todo el año
  • Reconocimiento de los derechos sindicales
  • Puertas abiertas durante la jornada laboral
A estas huelgas se unieron unas 40.000 obreras, que paralizaron la industria norteamericana. Cuando finalizó la huelga, la mayoría de los empresarios negociaron con sus trabajadoras parte de las reivindicaciones, solo 13 fábricas no negociaron entre ellas la Triangle, de haber aceptado las condiciones de las trabajadoras el incendio no habría tenido las consecuencias catastróficas que tuvo.
El incendio tuvo lugar un año después de celebrada la II conferencia  de Mujeres Socialistas en 1910, donde se asume el compromiso de celebrar el día internacional de la mujer trabajadora.
Mientras que los orígenes de este día son mucho más complejos de rastrear, su base ideológica hay que buscarla en el movimiento socialista de finales del siglo XIX. Serán los partidos socialistas los primeros que incluyan en sus programas las reivindicaciones del derecho al voto de las mujeres y los relativos a la igualdad.
No es extraño que en la primera mitad del siglo XX se desarrollara un potente movimiento obrero y, a la par un potente movimiento de mujeres socialistas.
En 1907 se celebró la primera conferencia de Mujeres socialistas en Stuttgart, Alemania, los puntos principales del programa fueron:
  • Lucha contra la explotación capitalista
  • Lanzar la campaña por el derecho al voto femenino y las ideas socialistas
  • Establecer relaciones internacionales entre mujeres socialistas
  • Igualdad de salarios
  • Eliminación del trabajo infantil
  • Eliminación de la prostitución
  • Reducción de la jornada laboral
  • Acceso al sistema educativo
  • Reforma legal que facilitase el divorcio
  • Socialización de las tareas domésticas, a través de la  Creación de servicios como comedores, guarderías, lavandería.
  • Aborto legal

En 1909, las socialistas norteamericanas toman la iniciativa de celebrar el Womans day, con el propósito de unir fuerzas, propagar la lucha por el derecho al voto y las ideas socialistas, esta iniciativa será la precursora de la celebración internacional de un día de la mujer trabajadora.
Aunque tanto el movimiento feminista burgués como el movimiento de mujeres socialistas defendían la misma reivindicación, el derecho de las mujeres al voto, los objetivos eran completamente diferentes, lo que provocó desde un primer momento una línea divisoria entre los movimientos. Mientras las feministas consideraban esta reivindicación como un fin en sí mismo, mediante el cual podían impulsar las reformas necesarias para lograr la igualdad en todos los terrenos con los hombres de su clase, no cuestionaban el sistema capitalista; Por otro lado, para las mujeres socialistas la reivindicación del sufragio era una táctica para utilizar las instituciones burguesas contra las instituciones mismas. Se consideraba el voto como un medio para participar en la vida política, facilitando el trabajo de agitación, concientización y organización.
Las socialistas no llevaron estas luchas en alianza con el movimiento feminista burgués, sino con los partidos socialistas y vieron que la verdadera liberación de la mujer estaba unida a la lucha por el socialismo.
En agosto de 1910 se celebra la II Conferencia de mujeres socialistas en Copenhague, en esta segunda conferencia se decide instaurar un día de la mujer trabajadora con el objetivo principal de promover el derecho al voto desde una perspectiva socialista, las principales oradoras fueron: Clara Zetkin (delegada alemana), Alejandra Kollontay (delegada rusa).
Serán las trabajadoras rusas las que recojan las reivindicaciones de la II conferencia, y empiezan a celebrar este día en 1913; la fecha elegida fue el 17 de febrero (2 de marzo en el calendario occidental), bajo la denominación de día internacional de las trabajadoras. Las manifestaciones realizadas en Rusia, se saldan con una fuerte represión de los actos, y la detención de varias militantes bolcheviques deportadas a Siberia.
Sin embargo, el 8 de marzo de 1917, tiene lugar un estallido revolucionario que acabaría con el régimen zarista. Las mujeres de Petrogrado, cansadas de la escasez de alimentos, y de los precios de estos, se lanzaron a las calles. Para el 10 de marzo la huelga ya era general, el 12 se constituye el soviet de Petrogrado, dos días más tarde se crea el gobierno provisional y el 17, con el ejercito del lado de los revolucionarios, el Zar Nicolás II dimite, y Rusia se convierte en una República; estos hechos desembocaran meses más tarde en la revolución de Octubre.
Es importante recordar que Marx y Engels ubicaron el problema de la mujer y el niño, de la familia y el matrimonio, demostrando que la propiedad privada da lugar a la división de la sociedad en clases y demostraron, también, que dicha división modificó la familia y la posición de la mujer en ella.
Actualmente la desigualdad jerarquizada entre mujeres y varones  está justificada en el supuesto “sexo débil y sus triunfos” pero este supuesto habla de algunas mujeres y de aspectos parciales de sus vidas, ocultando que la cuestión de la opresión de género está  entrelazada también con la explotación de clase. ¿Son acaso iguales las vidas de las mujeres empresarias, las obreras, las mujeres de los países imperialistas y de los países del “Tercer Mundo”, las de las mujeres blancas y las mujeres negras, las inmigrantes o las refugiadas? Por eso hablamos de las mujeres y no de la mujer, porque suponer que solo por ser mujeres hay algo que las vincula es caer en un reduccionismo  de la idea patriarcal dominante que las mismas feministas han criticado. Hablar de género así es hacer uso de una categoría abstracta.
Patriarcado y capitalismo han constituido una unión indisoluble donde el hambre y el abuso, la desocupación y la violencia, la explotación y la opresión se ciernen sobre las mujeres trabajadoras, como hemos visto, de un modo particular. A pesar de  todas las leyes de emancipación femenina, la mujer sigue siendo una esclava del hogar, porque las pequeñas tareas domésticas  la agobian, la asfixia, la embrutecen, la atan a la cocina y a los hijos.
Con el día internacional de la mujer trabajadora, ha ocurrido lo mismo que con otras fechas significativas del movimiento obrero, el capitalismo se ha apropiado de ellas, no sin antes vaciarlas de contenido, y alejarlas de cualquier objetivo socialista.
El de 8 de marzo, ha ido mutando desde su origen, se fue eliminando su carácter de clase, y de ser un día de lucha y reivindicación de las trabajadoras de todo el mundo inscrito en la lucha por el socialismo, se ha convertido en un día festivo donde las consignas giran en torno a la lucha entre los sexos y no entre las clases. En ese sentido, debemos asumir la tarea de recuperar la memoria de un pasado de lucha de las mujeres trabajadoras enterrado y falsificado por la burguesía.
   Por esto, seguimos sosteniendo que es imposible conmemorar las luchas de la mujeres desde una perspectiva que no sea  la de clase y que si bien no surge con el capitalismo, la opresión de las mujeres adquiere bajo este modo de producción, rasgos particulares convirtiendo al patriarcado en un aliado indispensable para la explotación y el mantenimiento del status quo. La pertenencia de clase no puede agregarse  a otras identidades, ya que estas identidades (mujer, negro, homosexual) solo adquieren su significación  social concreta en relación a su vínculo con una clase social, donde la clase es el eje  que determina  la vivencia de cada sujeto de su propia subordinación identitaria.
   En 1975 la Organización de las Naciones Unidas, ONU, declara el 8 de marzo como el día internacional de la mujer y de la paz, y los gobiernos de la mayor parte de los países capitalistas organizan actos oficiales en esta fecha. Así se fue enterrando el pasado combativo de las mujeres trabajadoras, y se ha falsificado uno que pueda ser asumido por todas las mujeres sin distinción de clase.
   Consideramos que la tarea es recuperar la memoria del 8 de marzo como el día internacional de la mujer trabajadora, recuperar sus orígenes y el espíritu combativo y reivindicativo que tuvo en sus orígenes. Las socialistas no tenemos nada que festejar, y si una revolución socialista por hacer.
                          
Agrupación Política Nueva Opción


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