“Instrúyanse porque necesitaremos toda nuestra inteligencia.
Conmuévanse, porque necesitaremos todo nuestro entusiasmo.
Organícense, porque necesitaremos toda nuestra fuerza.”


Antonio Gramsci

miércoles, 18 de febrero de 2015

FRENTE A LA POLÍTICA ANTIESTUDIANTIL, LA ORGANIZACIÓN DE TODOS LOS ESTUDIANTES!!!

Continúa la política expulsiva hacia los becarios por parte de la gestión Arizio – Cabo – Cáceres ante la  complicidad de los consejeros estudiantiles y los Centros de Estudiantes.

Los días 8 y 9 de enero, los becarios de la UNLu padecieron  la política antiestudiantil de la actual gestión. El derecho conquistado a través de  la lucha, esto es, el derecho a obtener una beca, que si bien resulta hoy insuficiente para promover la inserción y permanencia en la Educación Superior Pública, se vio avasallado por  la gestión del Rector Osvaldo Arizio y sus Secretarios Cabo y Cáceres, a quienes poco parecen  importar  los intereses, los derechos y el bienestar de los estudiantes. Luego del  retraso en el pago de la beca, tal como sucedió durante todo el 2014, y de no tener más que desinformación por parte del servicio social sobre cuando se entregarían los cheques correspondientes al pago de los meses de noviembre y diciembre de 2014, se tomó conocimiento que los cheques estarían disponibles en Tesorería los días 08 y 09 de enero, con un horario limitado, y que todos los becarios, cursaren en el regional que cursaren, deberían ir a Lujan a cobrar la beca. La “falta de planificación” y voluntad política,  derivó en la imposibilidad de que más de 1.500 becarios pudieran retirar su cheque en menos de 8 horas de cola, entre los dos días, (8 y 9 de enero),  lo que a nuestro entender, expresa  claramente que quienes deben dar soluciones reales, como los  Secretarios de Bienestar Universitario Lic. Fabián Cabo y el estudiante, ahora devenido en Secretario  Cristian Cáceres, no solo no saben  diseñar e implementar políticas para el “bienestar universitario”, sino que además, hicieron culto al  destrato dado a los becarios, ya que nada han aportado para resolver la  precaria situación socioeconómica de aquellos que perciben una beca a cambio del esfuerzo de todo un año de estudios.
Sin embargo, el retraso permanente en el pago de la beca y el incumplimiento sistemático del reglamento de becas evidencian el problema crónico de  nuestro sistema interno de becas, y que no es al día de hoy una prioridad en la agenda de los consejeros que ocupan las bancas de nuestro Consejo Superior(C.S), ya que hace años que en la Comisión Asesora permanente del C.S, Comisión de Bienestar Universitario duerme la propuesta de reformar el  reglamento de becas, como así también, hace años que se viene postergando la discusión de un aumento significativo de la partida destinada a becas. Concurrimos a una gran contradicción, por un lado  somos una  universidad que cuenta con un presupuesto universitario de  más de 380 millones para el ejercicio 2015, y por otro, contamos con un sistema interno de becas que no alcanza ni siquiera a cubrir al total de los compañeros que solicitan este 
derecho, pasando muchos de ellos a ocupar un lugar en una naturalizada lista de espera.
 La partida de becas del año 2014 arrojaba un déficit de más de dos millones para cubrir a TODOS  los becarios; una realidad que las listas estudiantiles con representantes en el Consejo Superior, no han sido capaces de prever, o peor aún: habiéndola  previsto  no  han  sido  capaces  de  actuar en consecuencia.
De este modo el problema  no es solamente la política antiestudiantil de la gestión o su política lujanera, que valió que los estudiantes de todos los Centros Regionales, (San Miguel, Campana, Chivilcoy y San Fernando) deban obligatoriamente ir a Lujan a retirar y cobrar sus cheques, el problema además, es la complicidad de todas las listas  incluidas las listas estudiantiles, que con su  inacción  nos llevan  a un problema mayor que es la relación política con la gestión: esta es una relación asimétrica, de desigualdad de condiciones- desigualdad que mientras perdure no permitirá la efectivización y garantía de los derechos de los estudiantes. Desigualdad que la inacción de algunos Centros de Estudiantes y consejeros estudiantiles profundiza.
Ante esta política que embate permanentemente contra los estudiantes, contra sus derechos, contra su bienestar, y que cuenta con la complicidad de algunos sectores estudiantiles no queda más opción que la organización de los estudiantes. Porque la desigualdad de condiciones se resuelve en la lucha, en un reclamo colectivo, alzando nuestra voz, luchando contra esta política antiestudiantil, contra esta desidia en que nos encontramos, contra el maltrato, contra la violencia institucional de la que hemos sido víctimas y testigos.
Por todo ello convocamos a todos los estudiantes a luchar por nuestros derechos y a las agrupaciones estudiantiles y centros de estudiantes a posicionarse del lado de los estudiantes.
Que la gestión escuche nuestra voz en la primer sesión del Consejo Superior el día 26 de febrero y sepa que su política  no podrá contra la organización de los estudiantes que luchan por sus derechos.

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